lunes, 12 de octubre de 2009

Sueños y despertares

En las peliculas de miedo, cuando el protagonista sueña, lo hace con grandes pasillos, largos y tenebrosos, de esos que segun vas pisando, escuchas el crujir de la madera bajo tus pies.

Un pasillo de esos que tienen en las ventanas, raídas cortinas rojas, movidas por un siniestro viento que las hace ondular.

Un pasillo de esos en los que no se aprecia el final, solo una oscura y borrosa mancha negra que te incita a caminar hacia ella, pero que a su vez, te inquieta, te paraliza y ami en especial me obsesiona.

Asi que cuando me ví en un pasillo de esos, supe que estaba soñando, y que con lo cual nada de lo que sucedería a continuación sería real.

Una verdadera pena, porque no hay sensación más agradable que ver cumplidos tus sueños, esos sueños que solo aparecen en lo más profundo de tu subconsciente, esos sueños tan prohibidos, y tan imposibles en la vida real, que hacen que te sientas en el mismísino nirvana.

Asi que allí estaba yo cruzando un pasillo viejo, solo, acompañado únicamente del crujir de la tarima a cada paso que daba, pensando que pasaría un rato verdaderamente agradable del cual no sería consciente de que lo he vivido hasta que me despertara minutos...(¿Quizá horas?¿Que importancia tiene el tiempo en los sueños?) Practicamente ninguna asique lo dejaré en momentos.
Si momentos está mejor no me daría cuenta de lo feliz que estaba en ese sueño hasta que el desaprensivo Sol me despierte momentos mas tarde.

Mientras meditaba sobre esto , conseguí apartar los ojos de la maraña de sombras que se tragaba el pasillo, y deposité mi mirada tras el cristal de la ventana más cercana.

El cristal estaba empañado asi que no pude ver el exterior, pero eso no me importó porque algo rompió la tranquilidad de la siulenciosa estancia.



-Bum...



-Bum...



-Bum...



-Bum...



-Bum...



-Bum...



Llamaban a la puerta, muchas veces, seis golpes secos en la enorme puerta principal de madera de tejo, seis golpes....seis....



-Bum...



-Bum...



-Bum...



-Bum...



-Bum...



-Bum...



Nose que me llevó a correr escaleras abajo hacia el inmenso portón, corría desbocado, había perdido toda cordura , solo recuerdo que en mi corazón palpitaba un deseo de libertad (-Bum...), de fuerza (-Bum...) de poder (-Bum..) de miedo (-Bum...) de fascinación (-Bum...) de esperanza (-Bum...)

Mi alma se estremeció cuando abrí aquel portón y susurraste...Hola...

Pero todo se desvanecía, todo se aclaraba, demonios no aún no, ¡NO!



-Jose Angel despierta, son las siete y diez, llegas tarde-


jueves, 8 de octubre de 2009

Miercoles noche: 3 A.M.

Anoche hubo tormenta.
Me desveló un el sonido de un trueno, que retumbó por toda mi habitación.

Sobresaltado me levanté y fui arrastrando los pies hasta la cocina, una vez allí me calenté un poco de leche y mientras la taza humeaba en mi mano me asomé al balcón:

El cielo estaba completamente negro, la lluvia caía pesadamente sobre la acera, el viento agitaba las hojas de los árboles, todas las ventanas estaban cerradas a cal y canto, todas menos una:

La ventana del niño de los del quinto estaba abierta de par en par, y se podía distinguir, una figura de negro que observaba el horizonte, no parecía importarle que la lluvia entrara en su habitación.

Sinceramente nunca me pareció un mal chico, de pequeño era muy agradable, siempre tenía una sonrisa que dejaba ver sus mofletes regordetes y con un poco de color, y según fué creciendo se decantó por la moda siniestra, por el ir siempre de negro con calaveras y tal, pero no por ello resultó ser peor persona.

Un rayo iluminó toda la calle, y pude ver mejor su silueta dibujada.Incluso, me atrevería a decir que estaba sonriendo, me quedé ensimismado contemplando aquella sonrisa, era exactamente la misma de aquel niñito de mofletes colorados, supongo que hay cosas que nunca cambian.

Me di cuenta de que el chico ya no estaba en la ventana asi que decidí que había llegado la hora de acostarme; segun volvía a mi dormitorio un trueno hizo temblar de nuevo los cimientos del bloque...

* * *

-¿Sabes Bebé? Esta noche estoy contento- le dijo al gato mientras contemplaba la lluvia desde su ventana, un rayo atravesó el cielo encapotado, iluminando su cuarto.
El animal dejó de lamerse el lomo y le miró con unos ojos enormes y amarillos
-¿Ña?- respondió el gato con un tono de estrañeza que resultó hacer mucha gracia al dueño, el cual se separó de la ventana al tiempo que un potente trueno hiciera retumbar todo Valdecanillas.
-Muy, muy contento.- dijo el chico mientras acariciaba la cabeza del gato con suavidad.
-Ña ña ñaaa- ronroneó mientras se despatarraba para que le acariciara la tripa

lunes, 5 de octubre de 2009

Deducciones de la sociedad, fotos y noches en vela

La habitación estaba completamente a oscuras, todos pensaban que dormía, pero eso para él era imposible.

Estaba en una esquina de la cama encogido sobre sí mismo.

Con las rodilas se oprimía los ojos y se abrazaba así mismo, buscando un consuelo que nadie le sabía dar.

-Pero ¿por qué lloras estúpido?- pensaba

Lo cierto esque ni él mismo podría explicar su estado, ya no solo era el echo de que notaba que su mejor amigo se alejaba de él a pasos agigantados , sino la indiferencia, el pasotismo y el poco interés que demostraba la gente en él.

Le parecía injusto que esto ocuriera, ya que él es el primero en desvivirse por los demás cuando estos sufren, pero ¿desde cuando a la gente le importa algo más que ellos mismos?, ¿ desde cuando se paran a pensar en tí?

Desde nunca, y lo peor, es que lo sabía, lo tenía grabado a fuego en el alma, sabía que estaba solo, la experiencia le había enseñado que no debe fiarse de los demás, de NADIE, todo el mundo vela por sus propios intereses, y si para llevarlos a cabo tiene que joderte a tí no dudes que lo harán.

Entonces fué consciente, de que lloraba de rabia.

Cerró los puños, reprimiendo el odio, la ira, la furia que palpitaba en sus venas, pero pronto se dió cuenta de que por mucho que odiara o se quejara de la gente, no podría cambiar nada, y poco a poco, el odio, la ira y la furia se fueron tranformando en impotencia, y la impotencia en resignación, y la resignación en alivio, en el anhelado consuelo que llevaba días buscando, a partir de ahora ésa será su forma de vida, el resignarse a que nada cambiará.

Se dió cuenta de que no era la primera vez que se quejaba de la sociedad, de que exigía una atención que no era correspondida e intentó recordar que hizo en ése momento

-Entonces...hablaba contigo y daba igual lo que me dijeras, porque siempre lograbas evadirme con un ''pero si ya sabes como es la gente josh...''

Sonrió recordando aquellos instantes mientras observaba la foto pegada en su armario, aquella foto en frente de los fiordos....

Entonces la realidad le golpeó con dureza y recordó también el porqué estaba en esa situación, y con un nuevo sollozo y dos lágrimas resbalando por sus mejillas, siguió en una esquina de su cama, oprimiendose los ojos con las rodillas: ahora lloraba de tristeza y añoranza