martes, 30 de noviembre de 2010

El reloj de arena de Hopkins

Las teclas de aquel viejo piano se hundían suavemente bajo la presión de sus dedos, que con una elegante lentitud se deslizaban por la tapa armónica, danzando melodiosamente al compás de la dulce música que producían.
Mis ojos seguían los movimientos hipnóticos del metrónomo, que incansable, te marcaba los tempos a seguir.
Las notas musicales flotaban en el ambiente, corcheas, blancas, negras, fusas y semifusas que bailando alrededor de mis oídos, aletargaban mis sentidos, mermando terriblemente mi capacidad de atención
Los párpados comenzaban a pesar demasiado y el pensar racionalmente se había convertido en una tarea tan complicada que resultaba más fácil y sencillo dejarse llevar por la melodía y echar a volar la imaginación.
Perdí la noción del tiempo, del espacio y de cualquier otra teoría física que se les ocurra a los científicos, ahora me sentía bien, a gusto y lo más importante, a tu lado, sintiendote tan cerca que podía oler tu aroma sin esfuerzo y ver la sonrisa que se había dibujado en tu cara al verme dormido en tu regazo.
Me encantaría ser capaz de despertar para pedirte que no te fueras, que no parases de tocar nunca, que quisiera pasarme la vida siendo el niño que abría la puerta de tu cuarto con cuidado para no molestarte y que dormía contigo en las noches de Reyes, pero me temo que una vez más el reloj me juega una mala pasada y sus manecillas pesan demasiado para poder hacerlas retroceder.
¿Qué está ocurriendo? Poco a poco recobro la lucidez, que sensación tan desagradable, he pasado de estar buceando en el Mar de los Recuerdos, a tener la mejilla incrustada en el cuero de la banqueta del piano.
Me incorporo, todo se ha vuelto oscuro, los años han pasado, hemos crecido, has seguido tu camino y ahora me encuentro solo, ocupando lo que en su día fue tuyo y observando cómo has abierto tus alas y te dispones a echar a volar. Te envidio, te envidio y te quiero, te quiero mucho, más de lo que te imaginas y más de lo que estoy acostumbrado a mostrar.
Desgraciadamente la vida a vuelto a darnos la espalda y nos plantea un problema con el que no estabamos demasiado familiarizados, pero que superarás, superaremos, juntos, unidos, todos, liderados por ese valor y esa esperanza que nos infundes.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Al retrasar una hora el reloj...

Todo se vuelve muy pesado, el tiempo transcurre lento y eterno, el cielo se torna gris, nuboso, inerte, observando desde lo más alto la mediocridad del ser humano.
Las calles se hacen largas y austeras, interminables filas de baldosines húmedos y fríos pisoteados por personas inmersas en pensamientos estúpidos y carentes de realismo.
Los árboles, enfermos, se resignan a ver caer sus espléndidas hojas de color dorado, aguardando silenciosamente aletargarse, bajo la gélida nana invernal.
Los buenos sentimientos se resguardecen en corazones cálidos y confortables, donde es agradable conversar alrededor del fuego de la amistad y la familia.
El viento atraviesa la ciudad, azotando ramas y chocando contra muros de ladrillo, elevándose gracilmente y jugando con el humo , que negro y tóxico emerge de las chimeneas, contaminando el oxigeno que respiro.
Caminando solo, con las manos en los bolsillos y la cabeza gacha, dirigiendome a un lugar no determinado, me siento pequeño, muy pequeño, casi minúsculo, en la víspera de Todos los Santos.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Hola ¿Nos conocemos...?

Fué un viernes por la tarde cuando Alejandro nos puso juntos por primera vez, allá por cuarto de primaria ¿Recuerdas? Pero tu y yo ya nos conocíamos de antes, siempre fuiste la niña a la que no le gustaba mi colonia y que sentía una pasión descontrolada por la cera de color carne.
Recuerdo que al principio, la timidez reinaba entre nosotros, pero poco a poco, y con ése carisma que tanto me gusta de tí, te ganaste mi confianza.
También recuerdo que fué contigo cuando empezaron las palabrotas y los insultos, que desembocarían en los ya legendarios "Lunaaa, ¡hija de putaaaa!" y "José Ángel es un herpes genital"
Ambos fuimos protagonistas de la salsa rosa de los últimos cursos de primaria, ya que prácticamente toda la clase estaba pendiente de nuestro supuesto "idilio amoroso" el cual no hacíamos má que desmentir y desmentir, pero mira que los niños pequeños llegan a ser cargantes eh...
Juntos hemos echo la croqueta en el polideportivo, llenándonos los bolsillos de la chaqueta del chandal carmelita de ese incómodo césped artificial que muy probablemente siga en esos bolsillos. Descubrimos Mongolandia y trabajamos como periodistas de investigación en el patio del recreo, para acabar averiguando que la mujer del Tomás se ponía cachonda con el Parada ( frikada que solo tú entenderás).
Nos hemos reído, hemos llorado,y nos hemos reído más todavía, cuando por ejemplo el de religión te pilló los dibujitos que tenías al final del cuaderno, o cuando yo me dí contra la puerta al ir al baño.
Otra cosa igual, siempre pendientes de que uno u otro se tropezara para descojonarnos en su cara.
Siempre hemos sido un equipo estupendo, tu las divisiones y yo las multiplicaciones y en cuanto a problemas y cambios de unidad siempre íbamos de culo.
Con Gus-Gus, todo era aún más divertido, y no hablemos de la clase de francés, que ha marcado un antes y un después en nuestras gilipolleces varias, ya sea cantando la "jument de miseau" o exponiendo el trabajo de Suiza (el cual tenemos que repetir, si mal no recuerdo xDD)
Lo mejor de todo era nuestro gran talento en la física ( en la segunda evaluación la abandonamos y nos pasamos las clases hablando con el negrito tercermundista del edificio de enfrente) ya que enseguida nos dimos cuenta de que eramos de letras ¡joder! y siempre después de la típica frase de PdV: "Uy, el año que viene los de ciencias os vais a cagar con esto" Luna y Jose chocaban las manos en medio de la clase xDDD
Fuimos los pioneros en abandonar los carmelitas y en degustar los grandes platos de nuestra gastronomía como: "Sopa con bigote del chino que estaba por la Pino" o "Paloma muerta en medio de la calle aplastada por rueda de camión"
Ay Luna, eres de las únicas personas con la que me puedo reir a carcajada limpia, gritando como un descosido hasta quedar afónico (verídico todo y sin ir pedo, que conste xD) y espero quesiga siendo así durante toda nuestra vida, porque enserio te lo digo, una tarde contigo me alegra el corazón, y gracias atí y a cuatro energúmenos más, sé por quienes merece la pena vivir.
Te quiere un montonazo, te desea un feliz cumpleaños y te invita a dormir entre sus cartones,
José Ángel, el pollero feriante

lunes, 20 de septiembre de 2010

Linda y hechicera

El bosque nos rodea, nos observa, atento a nuestra acciones, a nuestras miradas...
Malditos mil veces sean tus ojos, malditos tus rizos y maldito el aroma que desprendes.
-Te odio.-
-Lo sé- noté como tus labios rozaban mi mejilla.
-¿Qué fue eso?-
-Nada que no merezcas...-
-Sabes que no lo merezco...-
-Lo sé-
Una elegante bofetada me cruzó la cara provocando que me mordiera el labio, hundiendo mi colmillo derecho en mi labio inferior.
Roja y cálida, la sangre fue deslizándose por mi comisura.
-Para que nunca olvides con quien estas jugando...-
Me reí, a veces tienes buenos golpes. El sonido de mi risa rebotó en las copas de los árboles y chocó de nuevo contra tí, no pareció complacerte, porque levantaste otra vez la mano, pero esta vez, la mía fué más rápida y pude agarrarte por la muñeca, apretando con fuerza.
-¿Sabes con quién juegas tú...?-
Me encanta ver la mueca que atraviesa tu cara, es una mezcla deliciosa entre frustración y sorpresa que aumenta mi interés sobre tí.
Alzas la otra mano , pero ¡sorpresa! aquí estoy de nuevo, y tu forcejeas para intentar liberarte en vano.
-Ten cuidado, que ese beso está embrujado...- dices arrastrando las palabras.
-¿Seré una víctima más de tu hechizo?-
Únicamente optengo como respuesta tu sonrisa pícara, que observa con siniestro placer la gota de sangre que recorre mi mentón.
-Bruja...- te murmuro al oído para después bajar hasta tu boca y recuperar lo que me debes.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Solo los borrachos y los niños dicen la verdad

Los cubitos de hielo del cubata de encima de la mesa, se derretían despacio bajo los tenues rayos de luz del amanecer.
Los vasos por el suelo, las migas de galletitas saladas, las numerosas botellas vacías y el sabor a alcohol de mi boca, eran señal de que había sido una noche espectacular.
Todo estaba en silencio, lo único que escuchaba eran las palabras de aquella carta que resonaban con fuerza en mi mente.
Levanté la vista del trozo de papel en dirección al sofá de al lado, donde dormías apaciblemente.
Esta noche, me he podido acercar mucho más a tí, y por fin hemos atado cabos sueltos dejando las cosas claras.
No se que abría podido pasar sino le hubieras dado la vuelta a mi verano por completo, haciendo que merezca la pena seguir sonriendo cada día y créeme cuando te digo, que yo estoy encantado de sonreir por ti cada mañana.
Como un día ambos escribimos, todas las historias comienzan, se desarrollan y acaban, pero los dos, por suerte, queremos que esta no termine nunca.

sábado, 4 de septiembre de 2010

4 de septiembre

-¿Si?-
-¿Dónde estás?-
-En el colegio ¿por qué?-
-Por nada, que ya hemos vuelto-
-¿Y al final que ha pasado?-
-Te lo diré cuando vengas-
-Dimelo ahora...-
-Lo hemos sacrificado...-
4 de septiembre de 2009


No quiero irme por las ramas, hoy hace un año exacto que te fuiste.
Sinceramente creí que era más fuerte frente a estas cosas, pensé que las heridas cicatrizan más rápido con un poco de sentido común, pero según se acercaba esta fecha me daba cuenta de que soy muy vulnerable a tu ausencia, y que el intentar hacerme el fuerte solo ha servido para que el choque contra la realidad sea más brutal.
Para serte sincero, me adapté muy deprisa a tu marcha, quizá demasiado. Poco a poco la rutina a la que me tenías acostumbrado fue desapareciendo, dejando paso a un vacío que nadie a conseguido volver a llenar.
Por aquí todo va bien, todos te echamos de menos y estoy seguro de que los demás saben perfectamente que fecha es hoy, solo que hacen la vista gorda.
Ahora hay un nuevo miembro en la familia, se llama Cleo y es revoltosa, juguetona y escandalosa.
A mi modo de ver, solo tiene un defecto, se parece demasiado a ti.
Muchas veces la he mirado a los ojos, y el fantasma de tu mirada ha aparecido ante ellos.
El sonido de sus patas contra la tarima, es demasiado parecido al que hacías tú, hasta le han comprado los mismo juguetes que tenías.
Es curioso ver cómo con sus puncamoñadas de cachorro se esta ganando a la familia, pero creo que nunca podrá ocupar tu puesto.
¿Sabes? Diría que hasta el gato sabe que hoy hace un año, sigue igual de altanero y orgulloso (se empieza a parecer demasiado a mí eh) presidiendo el salón desde lo alto del sofá.
El otro día pasé sin querer por nuestro sitio, ¿te acuerdas? la de veces que habremos pasado tu y yo por ahí.
Mentiría si te dijera que no se me pusieron los huevos de corbata.
Me encantaría volver a verte por lo menos una vez más, o que aparecieras cada vez que estoy triste para lamerme las lágrimas y tumbarte a mi lado con esa mirada que decía "Eh, ¿sabes que si me acaricias tus problemas desaparecerán?" como hacías cuando era pequeño, y después nos quedabamos dormidos en el suelo, y cuando despertaba, una mantita nos tapaba a ambos.
Ojalá y todo fuera como antes, pero me temo que por mucho que lo desee, ni tu volverás a la vida ni yo volveré a ser ése niño de sonrisa humilde y mofletes colorados.
Solo me queda, un año más, agradecerte lo buen perro que fuiste y pedirte perdón por no darme cuenta de lo mucho que te quiero hasta el momento que faltas.



Hoy, 4 de septiembre de 2010 hace un año que te marchaste, y aquel niño se marchó contigo

jueves, 26 de agosto de 2010

Time after time

Caminaba sin rumbo fijo, sabía lo que quería, tenía claro lo que buscaba, pero no tenía ni idea de donde encontrarlo, por eso se dejaba llevar.
Hacía varias horas que no se topaba con alguien, cosa que agradeció, nunca le gustaron las conversaciones fugaces e incómodas propias de dos personas que se cruzan sin querer.
Solo sabía que debía seguir andando, buscando eso que necesitaba encontrar. Que ¿qué buscaba? Al Tiempo, al maldito y escurridizo Tiempo.
Que maravilloso sería poder encontrarlo y utilizarlo para recordar tiempos mejores.
Ah... que bellos son los recuerdos. Al principio cuando experimentas una vivencia, no eres consciente de su importancia hasta que ocurre y la recuerdas, entonces si sabes apreciar la magia de cada momento, el esplendor de cada sonrisa, la fuerza de cada abrazo...
Ojalá y encontrase al Tiempo, seguro que con unas palabras sinceras y armoniosas, conseguía aliviar la pesadez de su corazón.
"Arrepentimiento" Piensan algunos "Segundas oportunidades" Piensan otros "¿Para qué sino iba a querer alguien hablar con el Tiempo?"
Él era una persona bastante decidida que se arrepiente de muy poco, únicamente le gustaría comprobar como hubiesen ocurrido los acontecimientos de haber actuado de una forma distinta a como lo hizo en su momento. Nunca pediría cambiar el pasado para mejorar el presente, ya que creía que es de cobardes resignarse a pensar que tus errores pasados te condicionan para siempre, y aunque sea mucho más fácil creer que solo somos marionetas de una fuerza superior, siempre es bueno recordar que está dentro de cada persona el saber decidir cuando su vida a de cambiar y ser consecuente con los resultados de dichos cambios.
Llevaba bastante tiempo aburrido con su vida, cansado de existir. La rutina y la desgana comenzaban a cargarle demasiado los hombros.
La apatía y el sopor eran bombeadas desde el corazón hasta el cerebro, inundando su mente de ideas confusas y fugaces.
Caminaba sin rumbo fijo, sabía lo que quería, tenía claro lo que buscaba, ya no encontrar al Tiempo, eso se acabó, harto de vivir buceando en el pasado decidió poner punto y final a su decadente situación, ahora buscaba encontrarse a sí mismo.

domingo, 11 de julio de 2010

De nada, África

Hoy, ha ocurrido un hecho histórico en el deporte español, la selección ha ganado el mundial de fútbol después de un cruento partido contra Holanda, y merecían ganar porque han llegado muy lejos y han trabajado muy duro, pero no puedo evitar dejar de pensar en la millonada que se llevan y en lo hipócrita que es la gente.
Y ya no solo eso, en la ceremonia de clausura, África le ha agradecido al mundo entero su presencia en el mundial y toda la ayuda que recibe de nosotros, y mientras veía proyectar la palabra "gracias" en todos los idiomas, se me ha pasado una pregunta por la mente..
¿Enserio?
Es cierto que adoptamos niños africanitos, que mandamos dinero, que hay ONGs, que hay médicos sin fronteras, payasos sin fronteras y curas sin vergüenzas, pero tambien es verdad que en África, hay hambre, hay SIDA,hay enfermedad, hay muerte y pobreza y ¿Qué es lo que hacemos nosotros? Nada, absolutamente nada, estamos cegados por las marcas, el dinero, las nuevas tecnologías, solo nos importa el progreso y nuestro bienestar y lo peor de todo esque distorsionamos esta realidad mientras bailamos el waka-waka.
Está claramente demostrado que al Primer Mundo le conviene que el Tercero se quede como está, y esta es una realidad MUY triste
Pero es más dececpcionante ver que no va a cambiar nunca, porque ahora se lleva el capitalismo y en este sistema económico sobreviven los más fuertes, y los que no, morís de Lesmaniosis porque no teneis los medios ni para curaros (porque a nuestras empresas farmacéuticas no les sale rentable crear unas medicinas que No podeis comprar)ni para mejorar vuestra situación.
Pero volviendo a nuestras fronteras, me parece genial alabar a un pulpo, ya que viendo que mandamos el chiki-chiki a Eurovisión y que nos encanta hacer coñas con el Pim Pam tomalacasitos es casi preferible.
Me consuela que todo esto es pasajero y que dentro de unas semanas, os volvereis a centrar en el "Zapatero dimisión", en el paro, en los encierros de San Fermín y en el calor que pasais en agosto.
Pero bueno, teniendo en cuenta tambien que por mucho que diga nadie hará nada y que es mucho más fácil sumergirse en el círculo de mierda que rodea la sociedad de hoy en día, solo me queda darle la enhorabuena a los ganadores, y subrayar que no se han pitado ni la mitad de las faltas que hacía Holanda, pero bueeeno ya hablaré otro día de los arbitros cabrones.

PD: De nada, África

sábado, 3 de julio de 2010

Caos y desorden...

El viento le acarició la mejilla . El ambiente estaba cargado y el olor a mojado era cada vez más evidente. El cielo nocturno, totalmente encapotado, se alzaba sobre su cabeza en un morado intenso que se perdía en el horizonte.
Alzó la vista y contempló las demás azoteas: tejados rojos, chimeneas negras, antenas puntiagudas... Siempre el mismo paisaje, demasiado inerte, demasiado muerto...
La única novedad eran aquellas nubes henchidas de electricidad, que otorgaban un toque más romántico al panorama y eran la razón principal por la cual había subido hasta ahí arriba.
Su vida se había vuelto muy monótona y aburrida y esque la rutina siempre se le hizo muy pegajosa, muy dificil de tragar...
A todo ello se le sumaba el hecho de que su personalidad resulaba demasiado cambiante y esquiva, muy dificil de identificar y definir, algo absurdo bajo su punto de vista, pero resultaba obvio que su mente debía ser bastante compleja ya que ni siquiera las personas que mejor le conocían sabían expresar con certeza sus gustos y preferencias.
Estos temas le sobrepasan, le desbordan, le sacan de sí y él ya esta cansado de buscar la siguiente pieza que encaja en el rompecabezas de su existencia...
Agacha la cabeza y se observa en un charco de agua que se formó con la lluvia de días pasados, y ve su cara, sus facciones, sus rasgos, y se centra en la mirada penetrante que le ofrecen esos ojos marrones que guardan caos y desorden, pero él no parece contento, entonces distorsiona su reflejo con la mano.
Alguien dijo una vez que los ojos son el espejo del alma asi que os invito a decirme lo que veis cuando me mirais a la cara.



jueves, 17 de junio de 2010

Italia y Fortuny '10

El curso prácticamente se ha terminado, y se me ha pasado volando. Todavía recuerdo los nervios de los primeros días y las primeras impresiones al entrar en la que hasta ahora había sido mi clase.
Pero poco a poco, la timidez y la introversión se fueron quedando atrás, y empecé a darme cuenta de que era agradable estar con vosotros, de que no erais como en principio imaginé, pero seguía echando de menos mi antigua clase, a mis antiguos compañeros, y me costaría mucho acabar con esa idea.
El tiempo iba pasando y empezasteis poco a poco a desbancar a los Carmelitas.
He de reconocer que me pilló por sorpresa la forma de ser de Susi, la dulzura de Alvita y el humor de Juan, pero para cuando me di cuenta, las gentes de ciencias ya estaban dejandome comentarios en el tuenti.
Intenté resistirme a los cambios, pero Diego y Adrian combatían mis malas pulgas con bromas y risas en TICO, y esque teneis un jodido don para sacarme de mis casillas, pero fuisteis los primeros con los que congenié y no cambiaría por nada una sola parida (pero de las buenas eh).
Lucía fue invadiendo con sus trucos de magia y su humor NsC muchas de las clases, y esque es imposible resistirse a esos mofletitos y a esos ojitos centelleantes.
Las numerosas idas y venidas de casa al insituto del insituto a la biblioteca y de esta a casa, han marcado un antes y un después en la relación de los primos más viciosillos de 1º E y esque lo que no nos haya pasado en el metro, no le ha pasado a nadie, pero hay que decir que los momentos en los que estamos juntos, son siempre los más divertidos.
El invierno nos abandonó y con el Rosa, la guerrera germana que se sentaba a mi lado.
Al irse ella quedé solo en el pupitre, no le di mucha importancia, pero entonces fue cuando un día vino Pablis y se sentó para estar más cerca de Juan y desde ahí ha estado siempre ami lado.
Para entonces ya era imposible continuar luchando contra el desparpajo de Aurora, los respingos de Clara al notar algo en su oreja, y contra las canciones del atleti, y esque sin duda vosotros tres hicisteis que una de las asignaturas más odiadas se convirtiese en un incesante maremoto de risas y comentarios chistosos.
Los meses pasaban y entre fiestas de cumpleaños, novios celosos y examenes, pude apreciar que os tenía más dentro de mi mundo de lo que parecía y que verdaderamente me sentía a gusto en esa situación.
El viaje a Italia estaba al caer y creedme que ha sido el viaje de los viajes desde el primer momento.
Pero no todo el monte es orgasmo, y como siempre algo tiene que llegar y acabar con todo.
En Verona, ya el último día me desaparecieron 220€ y quedé practicamente en números rojos, y era más la rabia de no haberme gastado dinero en nada, de haber ahorrado hasta el último céntimo que el propio echo de que me hallan robado.
En ese momento el viaje entero se tornó gris para mí, intentaba buscarle el lado positivo para exprimir los últimos momentos pero esque la vida cambia mucho cuando te ves pelado y te sientes el ser más estúpido del planeta.
Pero una vez más me sorprendisteis, que digo sorprendisteis, me dejasteis totalmente anonadado, cuando me disteis un monederito con el dinero que habiais ido recogiendo de cada persona que quería colaborar con uno o dos euros, y esque hasta la gente con la que menos me llevaba, pusieron su granito de arena para que yo no llegara con las manos vacías a Madrid, y fue entonces cuando verdaderamente me dí cuenta de lo maravillosos que sois todos.
Llevo toda la vida escuchando cosas como generosidad, solidaridad, compañerismo, abnegación... pero son realidades que no te paras a creer del todo, hasta que te pasa algo como esto y recuperas la fe en el ser humano.
Me pedisteis unas palabras, pero esque en ese momento lo único que podía emitir eran balbuceos que acabarían desembocando en sollozos de no haber sido porque avanzamos rapidamente (muahaha).
Nose como agradeceros, ya no solo lo del dinero, y lo del viaje, sino lo del curso entero, cada sonrisa que me hallais dedicado, cada momento que hallamos vivido, en general todo, porque no podré hacer algo físicamente, pero si puedo relatarlo, que a mi palabras, nunca me faltan.

sábado, 29 de mayo de 2010

Juicio Final

-Hará un tiempo ya, Envidia descubrió que me acosté con Lujuria, y la muy perra le fué con el cotilleo a Avaricia, que pretendía que fuese suyo para siempre.
El caso esque las bofetadas y los tirones de pelo destaparon lo de mi trío con Soberbia e Ira y la pobre Gula se sintió mal porque nunca me gustó.
En mi defensa diré que solo follé con Pereza para escucharla gritar mi nombre y que en cuanto a la orgía con las Siete Virtudes no tengo nada más que añadir.
Que conste que me pareció excesivo lo de condenar a Poligamia y a Pederastia no, pero que aquí mientras cada uno se sienta bien con su conciencia...-

(El jurado se pone cómodo en sus sillas y realizan un gesto al sujeto para que continuara, se escucha de fondo a cuatro monjas sollozando y santiguándose)

-Acerca de lo sucedido en aquel cementerio, he de decir que Necrofilia nunca fue de mi agrado, un tanto fría y demasiado pétrea a mi parecer.
Creo que soy acusado tambien de alguna que otra profanación de tumbas y un par de extorsiones a ministros, alcaldes y funcionarios del Estado que ni niego, ni concibo ningun sentimiento de culpa
En cuanto a lo de los aquelarres, hace mucho que Noches Eternas, Rondador de la Oscuridad y yo no salimos por ahí de parrandas macabras, y eso de bañarme en sangre de niñas vírgenes se lo dejo a la Funestus, a la cual, por cierto, saludo desde aquí y le agradezco su comprensión acerca de la invasión zombie de su jardín.-

(El sujeto se cruza de piernas y se coloca las manos detrás de la nuca, estirándose)

-Y creo que por mi parte nada más. ¿Algo que añadir honorabilísimo jurado?-

(Uno de los miembros del Tribunal se coloca las gafas y comienza a leer )

-Por aquí tenemos cuatro invocaciones a demonios mayores, un puñado de blasfemias, cinco o seis enfermos de anemia con extrañas marcas en el cuello y un sacerdote en coma. ¿Te responsabilizas de eso?

-Si

-¿Te arrepientes de todo lo anteriormente nombrado?

-Si señor juez muchísimo.

-¿Volverías a repetirlos?

-Si.

(El sujeto estalla en carcajadas)

-Pues antes de que entre el Obispo, quisiera preguntarle que ha echo estos últimos tiempos para pasar desapercibido de la mirada de la justicia.

-Me he dedicado a enrojecer señoritas, señor inquisidor.

-Pues bien por mi parte nada más, que comience el exorcismo...

lunes, 24 de mayo de 2010

The Dark side of the world

Abrí la puerta y te ví sentado en el suelo, intentado reconstruir algo con celofán.
Cada vez que unías tres o cuatro trozos, se desmoronaba entre tus dedos, pero tu persistente no parabas de intentarlo.
Es algo que siempre aprecié, tu manera de hacer las cosas, tu espíritu incansable, tu afán de superación.
Quizá para demostrarte que yo tambien valgo para algo, decidí acercarme.
-¿Qué haces?- murmuré observandote. Tú solo te limitaste a señalar los trocitos rojos que no podías arreglar. Ya casi los tenías todos, faltaba la parte superior izquierda, que estaba a unos centímetros de tu rodilla.
Lo agarraste y con suma delicadeza lo depositaste en su sitio como quien deja a un bebé en su cuna para no lastimarlo. Al momento, estalló en mil pedazos.
Frustrado lo tiraste todo al suelo y te cruzaste de brazos respirando muy fuerte.

-Venga no desesperes, déjame ayudarte.- Juntos comenzamos poco a poco , con mucha paciencia a unir todas las piezas de nuevo.-¿Ves? Ya casi está-

La esquina superior izquierda volvía a ser la última pieza del rompecabezas, pero esta vez se adherió estupendamente y con un sonoro ''boom boom'' comenzó a latir de nuevo.
Sonriendo, lo colocaste en el espacio vació de tu pecho y poco a poco volviste a recuperar la luz en la mirada.

-Debo tener más cuidado la próxima vez, supongo.-
-De próximas veces está llena la vida, lo que deberías hacer es ocultarlo un poco mejor.-
-¿Tú crees?-
-Claro, quizás bajo de un gran océano, entre dos grandes montañas, al terminar abril y comenzar octubre, dentro de la copa del árbol más alto de los bosques del mundo, custodiado por las más feroces bestias del Averno, debajo de tres peniques y un botón, envuelto en una pañoleta roja y azul, escondido en un yin-yan negro y blanco.
Dicho esto me levanté para salir por la puerta por donde había venido y justo al por el marco me di cuenta de que me olvidaba de algo:
-¡Ah! y bienvenido de nuevo, hermano.-

domingo, 23 de mayo de 2010

Ella

Mayo comenzaba ya a revelar su verdadera identidad. Las temperaturas subían hasta tal punto que en un abrir y cerrar de ojos pasamos de llevar abrigo y bufandas a pantalones y camisetas cortas.
El Sol golpeaba con fuerza en las calles de Madrid, orgulloso de estar solo en el cielo.
Esa tarde había demasiado ruido por las calles de Tribunal, quizás por los aficionados del Bayern y del Inter que se habían visto obligados a matar las horas previas al partido en los bares cercanos al Bernabéu y que entonaban sus cánticos futbolísticos a pleno pulmón.
Recuerdo muy bien el bullicio de la calle, ya que gracias a el, pude desviar la mirada de los ojos del televisor para mirarla a Ella.
Ella estaba sentada en un sillón azul, cruzada elegantemente de piernas, jugando con los hielos de su copa.
Ella no prestaba atención a nadie, solo se esforzaba en intentar escuchar una canción que sonaba por los altavoces de la repisa.
"No body said it was easy"... Nunca fuí oyente de Máxima FM pero era obvio que aquella cancíon significaba algo para Ella.
Llevo muchos años ya con Ella y la conozco perfectamente: Se todo sobre Ella, se cuando Ella está triste o contenta, se cuando sonrie y porqué sonrie y se cuando llora y porqué llora.
Que le voy a hacer, he vivido muchas cosas con Ella, desde recorrernos los pueblos pirenaicos hasta el día que me presentó a Moncho, la guerrera africana, pasando por la época en la que le hablaba a las cáscaras de fruta.
Asi que como no iba a detectar la más mínima pizca de melancolía en sus ojos si practiamente nos hemos criado juntos.
En nuestras antiguas fechorias andaba yo pensando cuando ví que se levantaba y dejaba el vaso de cristal en la mesa, dirigiendose a una de las terrazas del céntrico apartamento para asomarse y apreciar la belleza de aquel barrio madrileño.
El Sol curioso, acercó uno de sus rayos a su pelo castaño claro, intensificando el brillo de su cabello que bailaba grácilmente mecido por el viento primaveral.
Miraba al horizonte, perdida en sus recuerdos, soñando con sus sueños y abrazandolo a Él en su mente.
Me gustaría que supiera que aunque a veces se sienta sola, Ella nunca lo estará porque siempre puede contar conmigo, con su Sombra, y que me avise si puede deshacerse de ella, para cambiarme de oficio y manipular otra cosa.
Me hubiera acercado para decirle cualquier cosa, pero su móvil sonó y al descolgar y comenzar a hablar, recuperó la sonrisa y la vitalidad que siempre tanto me ha gustado ver en ella, asique decidí no molestarla y retrocedi hasta mi posición original.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Nanas a ventana abierta

La casa estaba a oscuras y completamente vacía.
La mayoría de las puertas estaban cerradas.
Las fotos sonreían a las sombras.
Solo un silbido rompía el silencio.
Una extraña melodía acompañaba el susurrar del viento.
Las cortinas ondulaban, danzando a la par.
Un gato se dormía, mecido, entre los brazos de su amo.
El ronroneo cesó de repente y el rabito peludo dejó de balancearse.
-Nunca aguantas hasta el final de la canción eh...- levantó la mirada a la enorme Luna gris que se extendía por el cielo.
-....y bajo este mismo cielo dormiremos tú y yo....-

martes, 4 de mayo de 2010

Magia negra I

La señora Leannan era una viuda adinerada del Norte de Europa, que se había trasladado a España tras la repentina muerte de su marido en la década de los cincuenta. Había adquirido unos terrenos en la sierra madrileña, y había mandado construir la mansión en la que reside actualmente.
Era una señora mayor de gustos estrafalarios, que solo salía de casa para pasear por sus jardines acompañada de algún mozo que intentaba conseguir su ostentosa fortuna, sin éxito alguno, ya que todo lo que tenía de vieja lo tenía de tacaña.
Nunca la gustó recibir visitas de gente extraña y últimamente era molestada a menudo por sonrientes vendedores a domicilio.
Ella nunca abría la puerta, su mayordomo le hacía las veces de portero, pero por casualidades del destino, el bueno de Harol no estaba ese día, asi que tuvo, por primera vez en mucho tiempo, que levantarse de su sillón de terciopelo morado para abrir el gran portón de la entrada.
Hacia muchos años que no era amable con nadie, y ése maldito funcionario no iba a ser una excepción.
Después de maldecirle e insultarle por haberla echo perder su valioso tiempo, dió un portazo y sonrió para sí, al tiempo que escuchaba el golpe de dos huevos chocando contra la madera de la puerta principal.
Totalmente fuera de sí, abrió de nuevo dispuesta a cruzarle la cara, pero no había nadie.
Se encontró sola en su porche avanzando mientras crujian las maderas del suelo bajo sus tacones, deslizando su roído vestido de encaje.
El viento soplaba, arrastrando las hojas y despeinando el moño canoso y medio echo de la señora.
Había alguien detrás de la verja oxidada, un chico, de no más de diesiete años que observaba con desprecio al vendedor que corría calle abajo.
Ambos se percataron de la presencia del otro, y sus miradas se cruzaron.

-¿Está usted bien?- el chico fue el primero en hablar, su voz era dulce y mostraba un leve tono de preocupación.

-Si, aunque ése maldito bastardo me ha llenado la puerta de huevo.- explicó la sra.Leannan.- y mi mayordomo no viene hasta mañana asique me toca limpiarlo...

-¿Me deja hacerlo amí? He escuchado todo lo acontecido con el vendedor y me parece rupugnante el trato que se le ha dado a usted, una persona anciana

-Querrás decir vieja, es lo único que sabeis hacer los jóvenes, faltar el respeto.- concluyó la señora entrando en su casa.

-Si quisiera faltarla el respeto no le ofrecería mi ayuda, señora.- el chico muy educadamente seguía insistiendo, su mirada pareció convencer a la sra.Leannan, la cual cedió y le dejó entrar.

-Acompañame a la cocina, allí te daré lo necesario para que limpies este estropicio.

La cocina estaba bastante alejada de la entrada, había que pasar por el gran salón comedor, abrir un par de puertas y después de un largo pasillo llegarían a la amplia sala de los fogones.
Por el camino charlaron bastante, el chico comentaba y adulaba cada cosa que veía y la anciana disfrutaba contandole la historia de cada obejto, de cada cuadro.

-Ése era mi marido, un banquero holandés que se fué a América a ganar dinero, fue allí donde nos conocimos, nos enamoramos al instante, asi que nos casamos unos meses después, la boda fué en Irlanda, mi país natal, fue preciosa, yo llevaba este mismo vestido.- señaló el arapiento traje que llevaba puesto.

-¿Porqué morado?.-preguntó el chico con interés

-Porque me dió la gana, me gustaba y me lo puse.- se detubieron delante de un cuadro de tamaño considerable donde se veía a la feliz pareja, ella muchísimo más joven y guapa y él alto y distinguido.

-Por Lucifer chico ¿que llevas colgado?-gritó escandalizada

-Son rastas.-contestó él, agarrando con dos dedos el pelo sintético que estaba agarrado a un mechón de su nuca mediante un nudo.

-Y ¿Por qué te lo pusiste?-

-Porque me dió la gana, me gustaba y eso hice...-respondió con picardía.

-Ah, chico me gusta tu actitud.- La sra. Leannan estaba encantada con su invitado, muchos chicos lograban caerla bien, pero este tenía algo especial en la mirada, algo oscuro y penetrante que la volvía loca.

-Disculpe, no querría ser indiscreto, pero ¿me podría indicar donde está el servicio?

-Claro, si vuelves al salón y subes las escaleras, la segunda puerta a la derecha, o la cuarta a la izquiera, o la novena por el pasillo central superior, jajaja- se rió descaradamente y observó encantada como la sonrisa de su huésped se hacía más ancha.

-Pues si me disculpa ahora vuelvo...-

-Claro hijo, ¿Quieres algo de picar?

-Avellanas si no es mucho pedir- sonrió mientras ponía dirección al baño.

Madame Leannan estaba eufórica, relamente estaba encantada con ése muchacho. Fué casi corriendo a la cocina, donde preparó rápidamente un pequeño almuerzo compuesto de frutos secos y un vaso de agua.
Se paró en seco, miró hacia atrás y se hurgó en el escote, cogió la llave maestra de su casa en una mano para poder acceder a la botellita que habia debajo.
Virtió el líquido rosa y de aspecto dulzón en el agua y lo mezclo de forma que la mezcla quedase incolora, era un filtro de amor que ella misma preparaba y que tenía unos efectos bastante buenos.
Sonriendo, se dió la vuelta para dirigirse al salón, donde se encontraria con aquel misterioso galán, pero para cuando se quiso dar cuenta, estaba en el suelo.
Con un ruido sordo, el busto de su marido la había golpeado en la parte occipital del craneo, causandola la muerte instantanea.
La mujer se desplomó en el suelo, muerta, aún con la sonrisa en la boca.
Detrás del cadaver, de entre las sombras salió el chico, que con unos guantes de cuero sujetaba firmemente la cabeza de piedra del esposo.
Cuidadosamente, fué a depositarla en el sitio donde la había encontrado, en el piso de arriba, y después volvío a la cocina para coger del suelo la llave maestra que estaba aferrada entre los dedos inertes de la mujer.
Una vez con la llave, se dirigió a la biblioteca.
Podía haber saqueado todos los tesoros que la casa guardaba tras las puertas cerradas, pero él solo quería un libro, y por ése libro había echo todo aquello.
Fue muy sencillo averiguar la vida sobre la señora Leannan, y descubirir donde vivía, más sencillo aún fué cargarse al mayordomo y no tubo que esforzarse en absoluto para conseguir entrar en la casa y ganarse la confianza de la vieja bruja, porque eso era, una bruja, que se había casado con un millonario para ganar prestigio y que luego mediante pociones letales, le había asesinado. Durante generaciones, las mujeres de su familia habían guardado en secreto un antiquísimo libro de hechicería, escrito por las meigas irlandesas, en el que se guardaban los más oscuros secretos del espiritismo, de lo oculto y del rito a los dioses paganos.
Una vez frente a la biblioteca, introdujo la llave y la hizo girar, con un ruido sordo, la puerta cedió y tras una densa nube de polvo, surgieron decenas de estanterias.
Andó hasta el centro de la sala y buscó entre los numerosos libros de Historia y astrología hasta que encontró un titulo en caracteres celtas: ''ESOTERISMO''
Lo cogió era bastante grueso y estaba encuadernado en terciopelo morado oscuro.

-Morado...- se rió para sí mismo.

Buscó en su bolsillo un mechero que encendió y lanzó al interior de la sala, que ardió en llamas al instante.
Salió de la casa con el libro bajo el brazo mientras que marcaba un número en su teléfono móvil
Enseguida, una voz femenina le contestó

-¿Lo tienes?

-Claro Tori, lo tengo...-

jueves, 22 de abril de 2010

Phantasmagoria

-Levántate....- murmuró Destino con una voz profunda y andrógina.

El sonido rebotó contra el techo, golpeó el suelo y las paredes, giró al rededor de la estancia y chocó contra el bulto negro del pavimento.

-Levántate he dicho-

Lentamente alzó la cabeza, dejando ver unas cuencas vacías y una boca que se tornó en una mueca siniestra al pronunciar:

-Para que...- Incluso él se extrañó de escuchar su voz, sonaba diferente, nueva.

-¿Que para que?- Se escuchó una risa cavernosa- Principalmente porque Yo te lo mando.-

Poco a poco, se fué poniendo de pie, pero su cuerpo todavía no estaba regenerado del todo y cayó de rodillas.
Una carcajada retumbó en el vacío. Una mirada iracunda se apreciaba en los oscuros ojos del chico, que atisbaba la oscuridad en busca de un receptor inexistente.

-No..puedo...- murmuró, sintiendo de nuevo el cosquilleo de las vibraciones producidas por las letras en sus labios.

-La brisa se volverá huracán, de las cenizas nacerá el fuego, el desierto se tornará océano...- Las fuerzas volvían poco a poco, lo sabía, notaba la energía fluyendo por sus venas, llenando su cuerpo, inflando sus pulmones.-...el río será un glaciar, los tocones se harán bosques, la vida ganará a la muerte, la luz a la oscuridad, el llanto se trasnformará en júbilo...-Por fin se levantó, mas alto, mas fuerte, más bello.
Su pelo se alzaba descaradamente añadiéndole unos centímetros más, dos rastas le caían por la espalda, cerró los puños y le crujieron los dedos, nuevos sentimientos eran bombeados desde un corazón antes inerte, al resto de sus órganos, impacientes por empezar de nuevo.-...a la nube se le llamará tormenta,a las ideas, impulsos y a estos acciones, Manipulador de Sombras, se te ha concedido otra oportunidad...-
Sonrió, se puso su chaqueta de cuero mientras salía de la cámara y pensaba para sí:
-Aquí estoy de nuevo....-

lunes, 1 de marzo de 2010

Días soleados y otros cuentos

A las dos de la tarde, los chicos del instituto Fortuny terminan hambrientos su jornada escolar, y se reunen a la salida para encenderse un cigarro y comentar las anécdotas que han ido surgiendo a lo largo del día.
Pronto la calle se llena de gritos de adolescentes hormonados, a pesar de la intensa oleada de lluvias que azotaba Madrid que parecía incapaz de acabar con la vitalidad de los jóvenes.
De repente, algo captó la atención de los estudiantes, de los vecinos de los bloques cercanos, del profesor de economía que arrancaba su Ford azul metalizado, y del golden retriever que olisqueaba la acera:
Unos tímidos rayos de Sol se asomaban entre las nubes grises que encapotaban el cielo madrileño, iluminando la calle, los árboles y traspasando la asfixiante columna de humo de pitillo, dando de lleno en las retinas de los chavales que no daban crédito a la presencia del Astro Rey.
Un chico también observaba la repentina explosión de luz, pero no con asombro, si no con tristeza, porque sabía que a unas cuantas paradas en la línea cinco, una chica miraba el cielo sobrecogida, preguntándose como él, cuando volvería a nublarse para poder continuar soñando...





lunes, 25 de enero de 2010

Beatus ille...

El viento golpea el cristal de mi ventana, la noche susurra mi nombre desde lo más negro del cielo nocturno, una siniestra nana mece mis pensamientos y envauca mi alma despertando en ella secretos y pasiones prohibidas.
Las lágrimas chocan contra el suelo, formando un charco de desesperación salada que empapa la tarima lentamente. Ahora NADA tiene sentido, o TODO carece de él.
El sonido se atraganta en mi garganta, un eco sordo desde lo más profundo de mi ser que no consigue convertirse en el grito de auxilio que tanto reclama ser escuchado.
Desconozco el origen de esa fuerza que me atrae hacia tí y que transforma la cruel garra que oprime mi corazon en una suave caricia revitalizadora.
Te concedo el honor de poder utilizarme, mangonearme, torturarme y desollarme, de hacerme feliz, de hablarme, de sacarme una sonrisa, de quererme, de odiarme y de un largo etc.
Te animo a que me hagas daño, a que me causes dolor, a que disfrutes con mi sufrimiento, adelante, contenta mi deseo, solo pongo dos objeciones:
Nunca te separes de mí y sobretodo recuérdame que sigo vivo...

viernes, 1 de enero de 2010

Fortuna nunquam sistit in eoduerm statu

Hoy, primer día del nuevo año, me he dado cuenta que, respecto a esa persona, los próximos doce meses van a ser exactamente iguales a como lo han sido desde que nos conocemos, una jodida rueda de la fortuna, que a veces te hace sentir en lo más alto, y otras (como es ahora mismo el caso) como la peor mierda de todas.
No sé porque demonios sabiendo de ante mano como eres, sigo intentado engañarme amí mismo con falsas esperanzas de una amistad fuerte y duradera, cuando lo único que consigo es pasar diez malos ratos por uno bueno.
Lo más gracioso del tema esque ése único buen momento vale por una docena de malos, que es en el fondo lo que te hace especial.
Tengo que aprender a entenderte, a ver que eres así y a que no hay vuelta atrás, pero por favor, no te atrevas a decirme que te importo más que tres peniques y un botón.
¿A quién quiero engañar? Me lo dirás, probablemente cuando te entregue tu regalo de cumpleaños, o quizá me sorprendas leyendo esto e intentarás convencerme de todo lo contrario a lo anteriormente escrito, será entonces cuando me inyectes la dosis de felicidad artificial que ahora tanto necesito, la cual tu mismo te encargarás de extinguir con tu actitud.