viernes, 1 de enero de 2010

Fortuna nunquam sistit in eoduerm statu

Hoy, primer día del nuevo año, me he dado cuenta que, respecto a esa persona, los próximos doce meses van a ser exactamente iguales a como lo han sido desde que nos conocemos, una jodida rueda de la fortuna, que a veces te hace sentir en lo más alto, y otras (como es ahora mismo el caso) como la peor mierda de todas.
No sé porque demonios sabiendo de ante mano como eres, sigo intentado engañarme amí mismo con falsas esperanzas de una amistad fuerte y duradera, cuando lo único que consigo es pasar diez malos ratos por uno bueno.
Lo más gracioso del tema esque ése único buen momento vale por una docena de malos, que es en el fondo lo que te hace especial.
Tengo que aprender a entenderte, a ver que eres así y a que no hay vuelta atrás, pero por favor, no te atrevas a decirme que te importo más que tres peniques y un botón.
¿A quién quiero engañar? Me lo dirás, probablemente cuando te entregue tu regalo de cumpleaños, o quizá me sorprendas leyendo esto e intentarás convencerme de todo lo contrario a lo anteriormente escrito, será entonces cuando me inyectes la dosis de felicidad artificial que ahora tanto necesito, la cual tu mismo te encargarás de extinguir con tu actitud.

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