viernes, 18 de febrero de 2011

Cobardía

Le encomendé a San Francisco mi pregunta, sin más respuesta que una mueca vacía y artificial. Cambié de palo y obté por jugar con el Espinazo del Diablo, pero él tampoco supo contestarme. ¿Tan dificil es descifrar los sentimientos? ¿Controlar el amor o encadenar la vergüenza? Debe ser que si, porque entonces no alcanzo a comprender los objetivos de los humanos, que esperan recoger lo sembrado sin plantar simientes, comenzar a correr sin dar los primeros pasos, escuchar la voz de un libro sin saber leer.
Fue entonces cuando desearon lo imposibe y pretendieron regocijarse en el calor de Afrodita, cuando siquiera se atrevían a meterse en la boca de Cerbero. ¿Qué es lo que pido? Valentía sin duda, coraje si de verdad os importa y un poco de lógica a la hora de realizar vuestras suposiciones, porque hasta ahora insignificantes humes, solo habeis dado palos de ciego que provocan que los secretos de la claridad queden manipulados por las sombras...

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