domingo, 29 de mayo de 2011

Prometo esperar

Mi nueva habitación es mucho más práctica a la hora de mirar por la ventana; antes desde mi pequeño cuarto azul tenía visión plena de toda la calle y ahora desde mi dormitorio morado puedo ver el cielo, un cielo que hoy se torna gris, que no me dice nada, que me habla usando palabras que me son familiares pero que no alcanzo a recordar lo que significan.

Alomejor no me esfuerzo demasiado en atender, quizá me estes ofreciendo la solución a mis problemas y, terco de mi, te esté ignorando mientras veo la vida pasar entre bostezo y bostezo.

Ahora mismo esta lloviendo, llueve mucho y las nubes parecen quebrarse entre trueno y relámpago. Apoyado en el alfeizar de la ventana cierro los ojos y agudizo el oído para intentar entender tu mensaje, pero nada, sigo más pendiente de los problemas de los demás que de los míos propios y seguramente sea por eso por lo que hace meses no puedo traducir tu voz.

Estoy completamente empapado,mientras sigo atisbando el horizonte en busca de algo que me haga reaccionar, algo que me haga resurgir de este vacío al que poco a poco, me estoy acostumbrando.
Ojalá y pronto volvamos a hablar el mismo idioma.

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