miércoles, 7 de agosto de 2013

Yo te maldigo, verano

Desde abril veo la vida de manera distinta. Siempre había escuchado que la Primavera la sangre altera, pero nunca me había dado cuenta de la veracidad de esta frase hasta que he sido el claro ejemplo de la ebullición hormonal. No pensaba que fuese muy dado a frases romanticonas y a escenitas de pareja, pero ahora cada vez que me miro al espejo mi yo de antes me mira con cara de asco mientras piensa (o pienso) "quien te ha visto y quien te ve".
Quizá por mi desmesurada expresividad muchas personas me han comentado que han percibido un cambio a mejor, como una especie de soplo de aire o un poco de color en las mejillas. Mi madre ya no le pide a mi hermana que indague sobre mi vida porque me ve triste, porque no como o porque no salgo. Ahora todo tiene su por qué y su explicación lógica así que por otra parte eso que nos llevamos todos.
A pesar de eso creo que no hay tanto color rosa como parece, y hablando de colores, sigo vistiendo de oscuro, viendo el lado pesimista de la vida y babeando por un gato negro cuyo nombre es el apellido de un poeta romántico norteamericano. Hay cosas que nunca cambian, ni cambiarán.
Si hay algo que se ha intensificado para peor desde aquel mes de abril ha sido mi relación con el Verano. Sinceramente veía al Verano como un fuerte aliado y había depositado demasiadas esperanzas en él, pero claro, demasiado tiempo llevo echando pestes sobre los meses estivales, ¿por qué habrían de tener piedad conmigo? No sólo tengo que lidiar con un calor asfixiante, con mosquitos que pican y con un Sol que no da tregua, sino que encima tengo que luchar contra la distancia, contra tu ausencia y contra la insipidez que me brindan las redes sociales. De verdad que veía en las altas temperaturas una terrible excusa para quedarnos más por la calle, de verdad que veía los días más largos para estar más tiempo contigo y de verdad que las vacaciones nos iban a proporcionar más tiempo libre del establecido, pero aquí me ves, una vez más con mis esquemas por el suelo hechos trizas y consumiéndome entre las paredes de mi habitación mientras espero a que  septiembre traiga al Otoño y el Otoño traiga el frío, porque como dice Laura Colored, "el frío acerca a la gente". Mientras tanto yo te maldigo, y te maldeciré siempre, Verano.

1 comentario:

  1. Me quedo con la última frase porque me encanta y resume mucho...

    Besos con cianuro.

    ResponderEliminar