miércoles, 16 de septiembre de 2009

Planta 4º

La gente de aquel vagón estaba inmersa en sus cosas: una chica de pelo rubio leía un libro sin mucho interés, un joven escuchaba rap apoyado en una de las puertas laterales.
La minoría que no llevaba distracción estaba absorta en su conversación:

-No llegamos-
-Si llegamos-
-Vamos a morir-
-No vamos a morir-
-Estoy nerviosa-
-Yo tambien-
-La línea cinco es una mierda-

Estaba en medio del vagón, apoyado contra una barra, escuchando la conversación de sus acompañantes sin mucho interés.
Pensaba en lo quele esperaba en aquel nuevo lugar,en la gente que conocería y a la que dejaría de conocer.

''Próxima estación: Rubén Darío''


-Nos toca- murmuró.
Salieron del vagón y giraron a la derecha, siempre a la derecha.
Cuando salieron a la calle, unos tenues rayos de Sol les recibieron , y siguieron andando decididos.

Al llegar a la esquina, una multitud de gente les esperaba en la puerta.
Entraron y buscaron sus nombres en la lista

RIOJA GARCÍA JOSE ANGEL 1ºE

Subió las escaleras, nervioso pero ya, un poco más tranquilo, su clase estaba enfrente de las escaleras, en la planta 4 .
Se sentó en la segunda fila, no había mas sitios libres, la gente al principio le miró pero luego volviero a sus cosas con total normalidad

-Hola ¿eres nuevo?- preguntó una voz detrás suya

Se giró y respondió a una chica de pelo corto con una sonrisa en la cara

-Si, soy Jose Angel-

-Yo me llamo Tamara- dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Él bajó la vista, ''Tamara'' pensó, como algo tan simple como una palabra de 6 letras le podría traer tantos recuerdos.
La echaba de menos, realmente la añoraba mucho, añoraba los momentos que habían pasado los dos en clase, cada risa, cada broma, cada aprobado, cada suspenso, cada sonrisa, añoraba su estuche rojo lleno de tipex, añoraba su anillo de calaveras que no le cabía en el dedo, añoraba leer en voz alta a su lado, añoraba verla enfadada, añoraba sus golpes, su agresividad, los patios juntos, las galletas de 0.58 € del Ahorra más, las lenguas de manzana, los risketos, el estar sentados en las escaleras criticando a la gente, el ser perseguido por ella por medio colegio, añoraba todo eso y mucho más. pero la añoranza era un sentimiento que había decidio dejar atrás; en su nuevo mundo, no había sitio para ella, ahora que estaban separados, vivirían nuevas cosas, cada una mas interesante que la anterior, asi que mirando aquel chorro de optimismo dijo

-Encantado-

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