sábado, 4 de septiembre de 2010

4 de septiembre

-¿Si?-
-¿Dónde estás?-
-En el colegio ¿por qué?-
-Por nada, que ya hemos vuelto-
-¿Y al final que ha pasado?-
-Te lo diré cuando vengas-
-Dimelo ahora...-
-Lo hemos sacrificado...-
4 de septiembre de 2009


No quiero irme por las ramas, hoy hace un año exacto que te fuiste.
Sinceramente creí que era más fuerte frente a estas cosas, pensé que las heridas cicatrizan más rápido con un poco de sentido común, pero según se acercaba esta fecha me daba cuenta de que soy muy vulnerable a tu ausencia, y que el intentar hacerme el fuerte solo ha servido para que el choque contra la realidad sea más brutal.
Para serte sincero, me adapté muy deprisa a tu marcha, quizá demasiado. Poco a poco la rutina a la que me tenías acostumbrado fue desapareciendo, dejando paso a un vacío que nadie a conseguido volver a llenar.
Por aquí todo va bien, todos te echamos de menos y estoy seguro de que los demás saben perfectamente que fecha es hoy, solo que hacen la vista gorda.
Ahora hay un nuevo miembro en la familia, se llama Cleo y es revoltosa, juguetona y escandalosa.
A mi modo de ver, solo tiene un defecto, se parece demasiado a ti.
Muchas veces la he mirado a los ojos, y el fantasma de tu mirada ha aparecido ante ellos.
El sonido de sus patas contra la tarima, es demasiado parecido al que hacías tú, hasta le han comprado los mismo juguetes que tenías.
Es curioso ver cómo con sus puncamoñadas de cachorro se esta ganando a la familia, pero creo que nunca podrá ocupar tu puesto.
¿Sabes? Diría que hasta el gato sabe que hoy hace un año, sigue igual de altanero y orgulloso (se empieza a parecer demasiado a mí eh) presidiendo el salón desde lo alto del sofá.
El otro día pasé sin querer por nuestro sitio, ¿te acuerdas? la de veces que habremos pasado tu y yo por ahí.
Mentiría si te dijera que no se me pusieron los huevos de corbata.
Me encantaría volver a verte por lo menos una vez más, o que aparecieras cada vez que estoy triste para lamerme las lágrimas y tumbarte a mi lado con esa mirada que decía "Eh, ¿sabes que si me acaricias tus problemas desaparecerán?" como hacías cuando era pequeño, y después nos quedabamos dormidos en el suelo, y cuando despertaba, una mantita nos tapaba a ambos.
Ojalá y todo fuera como antes, pero me temo que por mucho que lo desee, ni tu volverás a la vida ni yo volveré a ser ése niño de sonrisa humilde y mofletes colorados.
Solo me queda, un año más, agradecerte lo buen perro que fuiste y pedirte perdón por no darme cuenta de lo mucho que te quiero hasta el momento que faltas.



Hoy, 4 de septiembre de 2010 hace un año que te marchaste, y aquel niño se marchó contigo

2 comentarios:

  1. Cielos no sabes todo lo que he podido llorar con esta entrada.. Yo también tenia una perrita que murío hace en diembre dos años. Y la echo de menos como ha nadie en este mundo...
    Un beso!

    ResponderEliminar